Especialistas en psicopedagogía dicen que para que el niño pueda acceder fácilmente a los conocimientos matemáticos y a los procesos de lectura y escritura es necesario que haya alcanzado un nivel de desarrollo motriz así como un estado psicológico favorable u óptimo.
Para aplicar la psicomotricidad hacemos uso del juego, a través de éste, podemos utilizar estrategias que permitan adquirir nociones de organización espacio-temporal, una adecuada lateralización y coordinación, además de ello sabemos que para el aprendizaje de la escritura es necesario la independización segmentaria de partes del cuerpo como los hombros, brazos, codos, muñecas y dedos; pues todos ellos intervienen en el acto de escribir.
El desarrollo del niño merece una especial atención, sobre todo si tenemos en cuenta que lo que primero desarrolla son las habilidades motrices gruesas para luego desarrolla la coordinación motor fina, es decir que con la ayuda de la psicomotricidad el niño podrá primero aprender a desarrollar el control de su propio cuerpo para aprender a voltear, sentarse, gatear, caminar, correr, etc., y luego con la ayuda de padres, profesores y materiales oportunos el niño empezará a trabajar la motricidad fina, podrá coger objetos pequeños, realizar ejercicios de punzado, enhebrado, pintado para luego iniciar la escritura y otras destrezas motrices, habilidades artísticas e intelectuales, necesaria en todo momento; los médicos, ingenieros, artistas; necesitan utilizar destrezas motrices finas, necesitan utilizar eficientemente sus manos.
La psicomotricidad permite al niño desarrollar destrezas motoras gruesas y finas, además de lograr un adecuado control postural, de lograr la orientación espacial, esquema e imagen corporal. Todo ello es la base de la educación integral del niño, comprende el área académica, los prerrequisitos para los conocimientos matemáticos, la lectura, escritura así como el área emocional, ya que todo aprendizaje es óptimo si se encuentra en un marco afectivo favorable o si el niño cuenta con un adecuado estado psicológico. La psicomotricidad apunta a favorecer el desarrollo integral del niño, teniendo en cuenta sus características psicoafectivas y motrices. Favorece también el desarrollo sociemocional-afectivo del niño ya que adquirir destrezas y habilidades hará que el niño tome conciencia de sus logros y avances, esto ayudará a formar su autoestima, como también mejorará las relaciones interpersonales. Los juegos y actividades psicomotrices fomentan el trabajo en equipo, el juego compartido, permiten al niño socializarse y sentirse capaz de cumplir una tarea que lo deleita, sin duda alguna, estas experiencias significativas harán que el niño adquiera mayores aprendizajes y sea un niño seguro, capaz de cumplir sus metas.
El papel de los padres y el docente es de fomentar la práctica de actividades motrices, éstas variarán en dificultad teniendo en cuenta la edad y el proceso de desarrollo del niño, para ello es necesario que los educadores estén informados sobre las características de las etapas de cada niño, los padres deben estar igualmente informados y buscar la orientación de los profesores y especialistas para saber qué ejercicios y actividades son las más adecuadas para su niño, en todo caso es necesario y básico observar al niño y estar atento de sus logros y sus dificultades. Es necesario brindarle el afecto y el refuerzo que necesitan en cada etapa de sus vidas.
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